Mientras trato de entender qué trajo de bueno el entorno de trabajo desde casa impuesto por la pandemia, busco lo que los auditores internos pueden aprender para el futuro. Puede ser difícil contemplar la flexibilidad que obtuvimos del trabajo remoto y las limitaciones que incorporamos.
En primera línea: Encontrar el equilibrio de trabajo adecuado en la nueva normalidad
Blogs Beatrice Saredo sep. 01, 2021
Para muchos auditores internos, este ha sido un período de trabajo desde casa y no de perder nuestros trabajos. Desde una perspectiva externa, estamos entre las personas afortunadas que todavía están trabajando y ganando un salario. Sabemos que esta imagen es parcialmente cierta, pero mientras algunos auditores obtienen el máximo beneficio de trabajar de forma remota, otros se están volviendo un poco locos.
Tengo unos 10 años de experiencia en auditoría y trabajo en un pequeño equipo internacional de unos 25 auditores repartidos por Europa. Últimamente, he notado cambios en el ciclo de vida de la auditoría (es decir, planificación, trabajo de campo, discusión de problemas, identificación de acciones, redacción de informes y comunicación) durante la pandemia y trabajando desde casa. La nueva normalidad no será exactamente la misma que la era anterior a la pandemia, y debemos prepararnos para saber cómo manejar mejor el entorno posterior a la pandemia.
Como auditores, nos gustaría que la situación estuviera bajo control para estar listos cuando finalmente termine el período del COVID-19. Es entonces cuando podremos gestionar algunas horas y días trabajando desde casa y trabajando en la oficina en otras ocasiones.
Es fácil -diría obvio- hablar en general sobre los pros y los contras de trabajar desde casa en comparación con trabajar en la oficina. Si bien se vuelve un poco más difícil evaluar estos factores cuando hablo de mí misma, se vuelve aún más difícil, cuando trabajo en equipo, compartir pensamientos para identificar el mejor equilibrio entre el hogar y la oficina.
Para evaluar el equilibrio correcto, demos algunos pasos juntos.
¿Cuáles actividades de auditoría y otras distintas es mejor hacer en casa y cuáles se hacen mejor en la oficina? La respuesta puede depender de varios factores, tanto personales como relacionados con el tipo de auditoría y organización para la que trabajan los auditores. Si construyéramos una matriz donde un eje mide nuestras capacidades personales y el otro eje enumera las actividades de auditoría, ¿nos permitiría elegir para cada intersección qué actividad debería realizarse en el hogar o en la oficina?
Aquí hay preguntas que vale la pena que los auditores respondan individualmente y luego compartan con el equipo:
- ¿Cuáles actividades requieren el 100% de mi energía y concentración, y cuáles puedo hacer cuando estoy cansado y tengo poca energía?
- ¿Cuál es mi ciclo energético diario? Tal vez me doy cuenta de que estoy muy activo y enérgico temprano en la mañana, un poco cansado después del almuerzo y me siento muy creativo al final de la noche.
Combinando estas dos respuestas puedo trazar un gráfico de cuales actividades se deben planificar durante las diferentes horas del día. Por ejemplo, sería bueno para mí realizar actividades de pruebas de auditoría por la mañana cuando estoy fresco y concentrado para concentrarme en los detalles. Debo planificar las reuniones por la tarde, ya que compartir y discutir información con otros puede ayudarme a tener más energía después del almuerzo. Del mismo modo, puedo completar las actividades de planificación y lluvia de ideas al final de la tarde cuando soy más creativo.
A pesar de que somos conscientes de cuál es el mejor momento para realizar cada actividad, los auditores no somos los únicos que planificamos nuestras agendas. Tenemos limitaciones externas en función de las necesidades de nuestro jefe, compañeros de trabajo, familiares, etc. Sin embargo, hay detalles que podemos tener en cuenta de antemano:
- El momento del día en que nuestro hogar está más tranquilo.
- Nuestro tiempo de traslado.
- Nuestro entorno de trabajo de oficina (por ejemplo, una oficina privada o un espacio abierto compartido con muchos colegas).
Lo cual lleva a la tercera pregunta: si pudiera elegir cuándo quiero trabajar solo y cuándo es beneficioso para mí estar en la oficina para reunirme con otros colegas y clientes de auditoría, ¿cómo planificaría mi semana?
Y finalmente, ¿podría intentar planificar el tiempo que paso en casa o en la oficina teniendo en cuenta estas tres preguntas? Volveré con algunos ejemplos después de haber discutido mis hallazgos con mi equipo.